Amargo Recordar (Saga Amores Inolvidables 1)
  • Reads 454,296
  • Votes 43,773
  • Parts 33
  • Reads 454,296
  • Votes 43,773
  • Parts 33
Complete, First published Jan 11, 2017
Mature
Allyson Castillo había perdido la memoria y tenía la sensación de un vacío enorme en su corazón mismo que se relacionaba con los sueños recurrentes con un guapísimo extraño. El cual se materializó frente a ella en la vida real diciendo que estaba casado con ella. Ahora era esposa de un desconocido, uno que no recordaba alguien a quien su cerebro borró, aunque el resto de ella parecía reconocerle. Un extraño que estaba decidido a no dejarla ir y sobre todo a vengarse por todo lo que ella le había hecho.
All Rights Reserved
Sign up to add Amargo Recordar (Saga Amores Inolvidables 1) to your library and receive updates
or
Content Guidelines
You may also like
You may also like
Slide 1 of 10
Moneda De Cambio  cover
Tulipanes - Kivi cover
Inolvidable Pasión (Saga Amores Inolvidables 3) cover
Rugido de Amor 《 II Saga Legado Lunar》  cover
COMPRADA. En Las Manos Del .Mafioso  cover
Vientos de Abril 🤎 cover
El amor no tiene escape. (Completa) cover
Maldito Jefe ©  cover
El contrato ( historia corta) cover
ESE DEMONIO ES MI...NOVIO cover

Moneda De Cambio

54 parts Complete Mature

-Tus padres me habían dicho que eras muy reservada, pero nunca imaginé que tanto... -¿Y qué más te contaron? -¿Qué? -Eso no se lo esperaba. -Qué que más te contaron. Porque conociéndolos, se habrán inventado unas cuantas más cosas lejos de la realidad. -Lo encaré. -¿Qué sabes? ¿Mis gustos? ¿Mis tallas? ¿Mis pasatiempos? Para ellos soy simplemente una niñita consentida a la espera de que alguien se encargase de mí, y, ¡oh, lo siento! Déjame decirte que fuiste el afortunado. Te ganaste la lotería sin jugarla. Ellos nunca sabrán cómo soy más allá de las enseñanza que me dieron desde que era una cría. -¿Y como eres en realidad? -Igual te lo hubiese contado ayer, cuando llegué a esta fortaleza inquebrantable sola... O esta noche, cuando íbamos a cenar juntos. -¿Ves? Todos tienen cosas que echar en cara. -¡Es tu culpa! -Me quejé mirándolo incrédula. -Si hubieses ido a buscarme a casa o simplemente haber aparecido ayer o incluso hoy como habías dicho, nada de esto hubiese pasado. -¿Y qué quieres que haga? ¿Qué deje mis responsabilidades laborales de lado solo por venir a hacerte compañía? -¡Por ejemplo! -Dije un poco más alto de lo normal. ¿Por qué parecíamos una pareja de verdad discutiendo como si lleváramos muchos años? -Nadie me dijo que esto sería así... -Nadie debería estar preparado para ser la moneda de cambio de sus padres, señorita Pearson.