Cuando dos estrellas colisionan por casualidad, se forma un agujero negro capaz de absorber todo a su paso, sin remordimientos. Es imposible parar el destino cuando ya está en marcha y sin embargo es muy fácil que las cosas cambien en un abrir y cerrar de ojos. Dos estrellas estuvieron a punto de estallar pero nunca se volvieron una, es tiempo de cambiar el destino.All Rights Reserved