No era coincidencia que esa lluviosa mañana el profesor de Parker hubiera decidido no dar la clase y dejarlos salir temprano; tampoco lo era entonces que el hambre de Wilson le obligara a salir de la pocilga que tenía por apartamento. No, nada era obra del destino, porque ese día de Enero el camino de esos seres tan diferentes tenía que cruzarse.All Rights Reserved
1 part