En un mundo devastado, hasta la esperanza parece haber abandonado sus cuerpos. Kim tiene una gran elección entre la vida y la muerte. Y ella dará su última jugada por proteger aquello que le pertenece. Con el aura de peligro, más vale no romperse, pues su fortaleza pende del hilo más fino. Mientras las piezas encajan y el pasado brota en sueños, todo parace cobrar sentido. La cura de la humanidad es la cosa por la que vale la pena morir.