Tengo miedo... El silencio es total, no veo mas que oscuridad. El suelo bajo mis pies es frió, al igual que el aire que se me cuela por los pulmones. Estoy en un lugar que parece ser una habitación. Una puerta aparece frente a mi y conforme se va abriendo una incandescente luz va envolviendo la habitación, algo en ella me atrae e inconscientemente doy un paso en su dirección cuando de la nada una mano de largos dedos alcanzo con abrupta fuerza un costado de la puerta, seguida de otra que sin darme tiempo de reaccionar se aferro a mi brazo. Los gélidos dedos se me incrustaron en la piel y siento un ardor que me recorre el cuerpo. Las piernas me flaquean, las manos de halaron hacia ellas atravesando la puerta... Al cruzar un imponente desierto se extendía frente a mi. Rocas y montañas pintadas del color del ladrillo cruzan el desierto en una larga cordillera. El suelo rasgado bajo mis pies cruje cada vez que doy un paso. A lo lejos en medio de aquella enorme nada se erguía una torre de relucientes muros de plata, sobre esta se posa una luz que la irradiaba por completo al igual que el desierto. Me dirigí a ella con paso seguro, cuando escuche un estruendo a mi lado, y otro mas fuerte. Corro, el corazón me late con fuerza. Inmensas bolas de fuego nacen en el cielo mientras trato de encontrar refugio el suelo comienza a temblar bajo mis pies, trato de mantener el equilibrio cuando una de esas bolas de fuego se desprende e impacta a la distancia. Un ruido sordo me estalla en el oído seguido de un pitido. Trago saliva. El suelo tiembla vuelve a temblar bajo mis pies y a la velocidad de un pestañeo este en grandes trozos cae al inminente abismo... Y mas atrás voy yo, mi cuerpo se vuelve ligero. todo pasa de prisa, me aferro a la resignación de mi inminente final, cuando... ME DESPIERTO.