Los elevadores son una de mis grandes fobias, porque siempre he tenido miedo de quedar atrapado ahí para siempre. Y se que es estúpido, ya que siempre hay encargados para eso, pero la claustrofobia me lo impide recordar. Pero mi pequeña historia no se tratara de mi pánico en un elevador, del todo, sino mi divertido encuentro con Alicia. Algo de compañía es bueno.