Todos hemos vivido o viviremos "el primer amor", pero no cualquier primer amor, sino uno que entra en ti y se te cala hasta los huesos; uno que te hace olvidar todo lo demás y que no da lugar a segundos pensamientos, que te llena de vida, energía y alegría, pero que a su vez trae tristeza, dolor, impotencia y decepción. Mejor dicho: un amor que te consume con todas sus fuerzas y te hace volar alto. Lo malo de volar alto es que, si ya no puedes, la caída duele. Duele como el infierno. Pero ¿saben qué?, vale la pena vivir este amor. Vale la pena querer dejarlo todo por esa persona, vale la pena ilusionarse, creer que todo eso puede ser eterno, porque, durante ese momento, eres la persona más feliz que hay y después de muchas hostias en la vida te das cuenta que esos momentos son por los que vale la pena vivir. Yo tuve ese amor loco que todos soñamos tener y ésta es su historia.