Shades

Sentí que el tiempo se detuvo algunos segundos y por primera vez en varios meses note el vacío y el dolor que dentro de mi se sentía, se que le había ignorado a lo largo de no se cuanto tiempo por seguir con la cotidianidad en la que sin querer, me encontraba aferrada; volví a la realidad al ver que el autobús se detuvo en la parada que le correspondía y el ruido agudo y molesto que evoco al abrir las puertas, fue aquel que me trajo de vuelta.

Decidí revisar mi computador portátil en el cuarto, anhelando que algo nuevo alejara de mi la horrible sensación que dejo ese momento de levitación interna que tuve mientras esperaba el transporte a casa, pero como solía suceder todo seguía intacto, no había un solo correo o algún mensaje en mi red social que me hiciera parte del mundo, así que decidí apartarlo y recostarme un rato con el objetivo de que me venciera el supuesto cansancio y que el final del día se acelerara un poco mas.

Pasaron dos horas y seguían deambulando en mi cabeza pensamientos arbitrarios, desordenados y de todos los contextos de mi vida, había dado aproximadamente cincuenta mil botes en mi cama y cada que intentaba cerrar los ojos para consolidar el sueño, pareciese que este solo se distanciaba mas de mi, di vuelta a la mesa junto a mi cama, tome el reloj y marcaba las 11:37 pm con 21 segundos, 22, 23, 24, 25 ... me distraje contando los segundos hasta que la necesidad de parpadear acelero de nuevo mi cerebro y sentía como la sinapsis se ejecutaba de manera mas constante y fugaz. Me tomo un tiempo volver en si; la ropa que debía descolgar y planchar, el horrible pantalón que tenia la secretaria del jefe el día de hoy, la llamada que debí realizarle a Leslie para organizar el proyecto de final de semestre, sus ojos, sus labios, el frío de los días, mi soledad, el dolor -mi mente hizo eco un instante y una vez mas me repetí a mi misma- El Dolor.