Es una alegoria a el cliché de la motivación, y de las relaciones sociales que podrían ser dañinas por exceso de interaccion. Un personaje del cual no es necesario saber su nombre se encuentra en la ambigüedad a causa de la misma vida; sus incapacidades (ya afrontadas) harán de él una persona con dos vidas, una la que vive , y otra la que quisiera vivir, aunque la vida que quiere vivir la alimenta por medio de un catalizador muy habitual. Sus objetivos (que no son su motivación) hacen parte de su excusa para tratar de ocultar su miserable existencia. Vida, Sociedad, y alguno que otro cliché.