El séptimo día de invierno, cuando los astros se juntarán, un ser nacería con un don, a pesar de ser humano nacería con poderes divinos, a pesar de que la sangre sagrada no corría en sus venas, en su corazón y mente habitarían los deseos de los dioses. Todo lo que toque, sienta u observe será bañado por los astros, tendrá el don de la divinidad, su cuerpo mismo podrá purificar, todo lo puro que toque brillará y todo lo oscuro arderá, la luna y el sol sus guardias serán, el mundo le respetará y seguirá. © 2017 StewardGardocAll Rights Reserved
1 part