"Cuenta la leyenda, que sí te diriges a cierta ciudad, y encuentras el instituto Fitzwilliam, encontraras a la misma muerte... personificada. Dicen, que si subes hasta el tercer piso de este instituto, pasadas las 3 am, encontraras a un joven de cabellos blancos como la nieve.. con unos ojos azules, fríos como el invierno, como si contuvieran copos de nieve en ellos, ojos que combinan con la luna... mostrándote lo hermosa que es. Dicen que su mirada te hará perderte en otro mundo, un mundo que te hará comprender lo que es la vida. Dicen que lo verás con la mirada perdida y el alma ida. Dicen que lo verás caminar por ahí sin rumbo, que no te notará pero sabrá que estas ahí. Dicen que perdió el alma... solo por una chica, una chica de cabellos rojizos como el otoño. Dicen que esta chica, le robó el corazón, que le hizo comprender, que la vida, e inclusive el universo fue hecho para sus ojos, siendo él, la misma muerte."
Paris Smith siempre ha sido una chica soñadora, talentosa, amante de todo lo que tuviera que ver con la astronomía: las estrellas, los planetas, las galaxias y demás.
Y así como adora eso, también tiene una gran afición hacia la persona y canciones de Jayden Blackwood.
Cómo cualquier fanática normal, sueña con tener un encuentro fugaz con aquel a quien llama ídolo. Poder coincidir al menos en una mirada, un roce o tal vez en alguna interacción por redes sociales, pero así como sueña con eso, sabe que es imposible que aquello suceda...
¿O no?
Paris Smith se ve envuelta en ese momento que toda fan desea tener con esa persona a la que admira, cuando por culpa de un pequeño accidente sus vidas se ven entrelazadas de un momento a otro.
¿Quién diría que un encuentro tan fugaz como un suspiro podría unir a dos personas de distintos mundos?
¿Quién diría que una chica que tiene la nariz metida en libros de astrónomos famosos podría coincidir con alguien que ama los reflectores y los aplausos?
Y sobre todo ¿Quién diría que una chica normal podría involucrarse con una super estrella?