La historia comienza con Jonathan Harker, un joven abogado inglés de Londres prometido con Mina, en la ciudad de Bistritz de camino al remoto castillo del conde Drácula, en los Montes Cárpatos de Transilvania, para cerrar unas ventas con él. Convirtiéndose durante un breve período de tiempo en huésped del conde, el joven inglés va descubriendo que la personalidad de Drácula es, cuanto menos, extraña: no puede reflejarse en los espejos, no come nunca en su presencia y hace vida de noche.
Drácula parte de la existencia de Vlad Tepes, un personaje histórico situado en la Rumania del siglo XV, y conocido por su heroicidad contra la invasión otomana, pero también por su crueldad. A partir de esta historia y de no pocas leyendas acerca de él, Bram Stoker escribe esta magistral novela en forma de diarios y cartas que los personajes principales van intercambiándose. Una obra trascendental de la literatura gótica que abrió un nuevo camino en la novela de terror y que instauró la figura del aristócrata transilvano como arquetipo del mal y modelo de seducción perversa