En estos escritos se pretende ensayar unas palabras, algunas palabras, nuestras propias palabras; palabras que nos habitan, nos siguen y acompañan, aquellas que nacen desde la experiencia, aquellas que nacen de los afectos, los encuentros, las cercanías, palabras comunes, aquellas que nacen de una relación vinculante con uno mismo, con el otro y con la naturaleza, pues desde mi modo de ver no podría haber palabra fuera de esta triple relación, de tal manera que podamos encontrar en nuestras propias palabras, tropiezos, el detenerse y el agitarse, donde podemos permitir y aceptar las sorpresas, las aceleraciones y las lentitudes, las dudas, los caprichos, el escaparse, la fascinación, la estupefacción de nuestras propias palabras vinculadas con la vida, nuestra propia vida, la vida que hemos transitado, corporizado, experienciado.