«En cada lágrima habita el amor perdido que me consume.» Sveta y Cédric son dos almas completamente distintas. Una con una personalidad sensible como una margarita y el otro con la dureza del diamante. Es obvio que en el mundo del dinero, el crimen y el glamour, un amor puro y sincero no puede existir. Lo único que existe son las ganancias, un juego en el que el que cede un poco, pierde todo.