Todos los días dedicaba un momento para mirarle y observar cada movimiento suyo, no sabia el porque... quizás era porque no tenia nada mas que hacer y lo miraba porque mi curiosidad me taladraba la mente preguntándose acerca de los pensamiento de aquel joven misterioso y sin importancia... El idiota de la esquina que si se moría nadie lo notaria, excepto alguien... Yo. El creía que nadie lo observaba, que pasaba desapercibido. Puede que lo hiciese ante los demás ojos pero por los míos... nunca se perdieron un movimiento suyo. Llego a sentir que el es mi única vía de escape en este mundo lleno de mierda, es el único que llena mi vida con un poco de sentido.