El último príncipe

¿Que pasa cuando la vanidad conoce el amor y el significado del tiempo?
El tiempo es una cosa tan simple y a la vez tan frágil. Para unos tan importante y para otros, tan insignificante.
De qué le sirve a un dios atesorar algo que con el tiempo se perderá, cuando es el tiempo es un elemento tan insignificante en el plano de los seres inmortales.
¿Es acaso la inmortalidad una bendición? ¿Un don o regalo otorgado por los cielos? ¿O es una maldición? ¿Un castigo para equilibrar el pecado antes de haberlo cometido?

Un cruce de miradas, fue más que suficiente para que en burla de Eros hacia su descendiente, atravesara brutalmente y sin compasión a ambos jóvenes con su flecha, dejando caer sobre ellos la maldición del deseo desesperado, el anhelo mutuo.
¿Qué tan cruel se debe ser para atar los lazos y el destino de las personas, bajo las peores condiciones y el peor momento?...

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