¿Por qué esas personas tan inocentes son apetecibles para las criaturas siniestras? MinSeok se mudó a una casa nueva junto con su hermano, el no sabía que a penas cruzara la verja del jardín, su vida cambiaría por completo. Tal vez no para bien. Unos ojos dorados lo miraban fijamente, curiosos, emocionados por conocerlo. Él esbozó una sonrisa gatuna al verlo por primera vez. Otro par de ojos, oscuros como la noche se habían encaprichado con sus labios de niño. «XiuHan XiuHarem»