Los clanes habitan la tierra de Almériga en 1767. Distintos clanes, distintas leyes, pero aún así los 164 clanes de la Almériga se rigen por una ley común: Sangre por sangre. Infinitas batallas se regían entre los clanes desde la división de Almériga, una ciudadela que había estado unida hasta el siglo XVII cuando parte de los ciudadanos decicieron abandonar la fe ante los Dioses Freyja y Heremod, Dioses de la belleza y de la guerra. Cuando Heremod se dio cuenta de lo que sucedia con los mortales, decidió castigarlos dividiendolos y haciendo que hubiera entre ellos rencor y batallas que los inmortales pudieran disfrutar desde su trono.