Cada día subo al autobús a las cuatro en punto.
Cada día me siento en el mismo sitio.
Cada día ella se sienta delante con un libro entre sus manos.
Cada día su amiga se sienta una parada después con los auriculares.
Cada día me muero por ella, por sus preciosos cabellos de oro, por sus dulces e infantiles gafas rosas de pasta,por sus seductores ojos grises con manchitas verdes, por su sonrisita llena de brackets, por la forma en la que acaricia el papel, por su elegancia al cruzar sus piernas...
Cada día me sonríe en forma de saludo, luego, me ignora.
Escucho pasos detrás de mí y corro como nunca.
-¡Déjenme! -les grito desesperada mientras me siguen.
-Tienes que quedarte aquí, Iris. ¡Perteneces a este lugar! ¡Tú no eres una humana normal! -grita un guardia sin dejar de perseguirme...
-¡No! Yo pertenezco a mi ciudad, con mis padres... -cuando estoy por llegar a la salida veo a dos chicos.
Practicando con espadas...
-¡Sky! ¡Atrápala! -grita Rick...
Uno de los chicos desvía su mirada y nuestros ojos se conectan
Sus ojos dorados me miran fijamente...
Revolotea despreocupado su cabello rubio, pero luego...
Se da cuenta de lo que sucede y me apunta con su espada
Yo me detengo inmediatamente...