Después de todo lo sucedido, el amor de Sam y Leo parece más fuerte que nunca, pero... ¿será suficiente para superar lo que el destino les depara?
Uno puede querer a una persona más que a uno mismo, pero las fuerzas se van debilitando y puede ser el fin de una relación.
Una historia llena de desencuentros, decepciones, desilusiones y grandes descubrimientos que puede hacer perder la cordura de la mujer más valiente y luchadora, con un final sorprendente.
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-Sigo sin creérmelo. - vuelve al tema de conversación.
-Ya he cambiado la cerradura y he puesto tres seguros nuevos, para prevenir. - vierto agua fría en mi café y por fin puedo bebérmelo. - Que rico.
-¿Cómo puedes estar tan pancha? ¡Han entado en tu casa! - se escandaliza y levanta las manos.
-Mi queridísimo Dan, si sigo involucrándome en todo con la misma intensidad que lo he hecho hasta ahora, me va a dar un infarto. Así que voy a dejar de preocuparme por todo. - digo sin interés.
-¡Pero es tu casa! - insiste.
-He cambiado las cerraduras, ¿cierto?
-Cierto.
-Ya no podrá volver a entrar, ¿cierto?
-Cierto.
-Pues ya está, déjalo pasar. - zanjo.
-No sé, Sam. Hay cosas que deberían importarte. - dice tan suave como el terciopelo.
-¿Cómo cuales? - dejo el café en el escritorio y me inclino hacia adelante. - Mi vida comenzó a ser una mierda desde que cumplí los catorce o quince años. ¿Qué he ganado desde entonces? Drogas, peleas, bebida, discusiones, casi cárcel, corazones rotos, un aborto, un secuestro, mentiras, desilusiones, y más... Las cosas importantes como la familia y los amigos estáis bien, lo demás... lo demás ya no importa nada.
-¿Eso crees? - parece disgustado.
-Es lo que he aprendido en esta puta vida. - digo un poco brusca.
Creí en el amor a primera vista cuando te vi
Randy y t/n se enamora a primera vista en un fiesta sorpresa pero ambos no quieren aceptar asi que se odian al inicio