Le prohibieron la manzana, solo entonces la mordió. La manzana no importaba, nada mas la prohibición -Sí, tengo que irme- logre decir como pude. Él se alejó dejándome respirar con normalidad. Ahora sal por la puerta y huye tan rápido como puedas Me dije para darme valor y un poco de serenidad -Nos vemos pro....- sus labios me cortaron a la mitad de la frase. Tomó mi cuello acercándose más, pegándonos contra la puerta. Me quede sorprendida ante esto pero empecé a responderle. ¿Qué estaba haciendo? ¿Me había vuelto loca? Subí mis brazos a su nuca y los suyos rodearon mi cintura, al pasarlos por mi costado una electricidad recorrió por mi cuerpo, gemí por la sensación y él aprovecho para profundizar el beso. Anni esto no puede ser. Tienes 17 y él 30. Es tu profesor.