Fue ahí cuando me di cuenta que no podía mirar a nadie como lo lo miraba a él, podría decir en pocas palabras que él era uno en millón, no era ese típico chico alto, delgado, con cabello hermoso y ojos azules, él era un idiota, pero lo amaba, un grosero, pero su sarcasmo me gusta, él, él era mi mejor amigo...