Daphne es un torbellino, una catástrofe en búsqueda de víctimas distraídas. Una calamidad en potencia, aunque muchos dirían que sólo tiene mala suerte. Su prima en realidad diría que tiene una boca grande y demasiada necesidad de atención... lo cual es discutible.
Si me lo preguntan a mí, Daphne es una persona espontánea, poco aficionada a pensar antes de actuar y muy pero muy desafortunada a la hora de mentir. Y también desafortunada en el trabajo, en el amor, en el juego y casi cualquier cosa que merezca algo de fortuna.
Dicho esto, bienvenidos a lo mitológica vida de Daphne, la cual empieza mal, continua peor, termina de modo cuestionable y por supuesto, deja una innecesaria enseñanza.
¿Qué esperaban? Un torbellino siempre arrasa con todo, incluido aquel despistado psicólogo que nunca la vio venir.