Cameron Cross, una famosa escritora reconocida mundialmente por sus historias que van desde fantasía épica, hasta romance paranormal, ha lanzado al mercado su nuevo libro, haciendo una entrada triunfal en el género de la literatura erótica. Ningún critico dudaba de su habilidad para cambiar de género como si siempre se hubiese dedicado a esto; por eso cuando el libro se convirtió en un best seller absolutamente nadie se lo cuestiono. La mujer era una genio... y un completo misterio. Algunos decían que se trataba en realidad de varias personas, otros que era una sexy mujer de negocios, y algunos otros que se trataba de una anciana recluida en su casa llena de gatos... este último era el que más se acercaba...
Natalie Ross, una joven de 25 años con un serio problema de agorafobia, trata de vivir su vida lo más pacíficamente posible... trabaja con gran esfuerzo medio turno en una pequeña librería, y el resto del día lo pasa recluida en su casa, con Deimos y Fobos, sus dos gatos... muy pocos saben (y creerían) que ella es en realidad Cameron Cross. Entre esos "pocos" su hermana mayor Cat, quien la apoya e intenta a toda costa hacerla salir de su "mundo de fantasía"; y su apuesto doctor, el Psicólogo Nick Conte; responsable de que sus libros conocieran la luz pública.
Aarón Cassel. 29 años, cuerpo de dios griego, ojos azules comparables al cielo, una media sonrisa de villano sexy, voz sensual, y... actor secundario. Aunque eso está por cambiar cuando se entera que el último libro de la famosa Cameron Cross se volverá película. Ahora solo tiene que hacer hasta lo imposible por quedarse con el protagónico. Quizás si conociera a la verdadera Cameron ella podría ayudarle....
¿Qué harías si un día lograras regresar tu vida desde el principio?
Helena Candiani pudo hacerlo.
No sabe cómo lo hizo ni si es capaz de hacerlo de nuevo... tampoco si fue un evento fortuito o si fue provocado por algo o alguien.
Pero hay algo de lo que está segura: uno no puede ir por ahí jugando a ser Dios sin esperar recibir sus respectivas consecuencias de proporciones bíblicas. Y Helena lo aprendió a la mala.
Las estrellas fugaces siempre van a quemarte las manos si tratas de rescatarlas.
Las cadenas no se rompen con un par de palabras bonitas.
Y hasta el diablo puede arrepentirse de haber hecho un trato contigo si decides jugar bien tus cartas.
¿Quién está jugando con quién?
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