Perséfone era una mujer preciosa, la belleza había sido regalada por su madre Deméter y su padre Zeus. Era tan preciosa que por donde caminaba crecían flores y todos los animales suspiraban al verla pasar. Infinitamente bella y tremendamente sola. Por otro lado, Hades era el dios del Inframundo, un hombre lleno de rencor debido al odio de las almas que residían en aquel lúgubre lugar. Pese a estar lleno de todos los lujos que un Dios podría tener, no estaba satisfecho. No conocía la felicidad, estaba lleno de desgracias. Lo más cercano a un sentimiento era la lujuria, que saciaba con la ninfa que constamente lo visitaba. Hasta que una risa llego a sus oídos desde la tierra, una dulce melodía que lo provocó una mueca parecida a una sonrisa. Y eso lo hizo cometer su peor error... O una bendición. Se asomó a ver a la usuaria de la melodiosa risa y la vio... Hermosa como ninguna otra, llena de luz y felicidad. Todo lo que él no tenía. •Adaptación del Mito "El Rapto de Perséfone"