Desde tiempos inmemorables, los Guardianes se han encargado de mantener el equilibrio entre las Flamas Sagradas y han defendido a Athleian de las garras de quienes portan las Flamas Profanas con ayuda de sus reliquias.
Dariya Petrov es una gran opción a ser una guardiana, y no cualquiera, sino La Guardiana del Cielo. Con el título vendrán muchas posibilidades, pero antes deberá hacerse con la Reliquia del Cielo, una que se ha perdido hace mucho antes de que ella naciera, y si logra usarla, tendrá que pagar el precio que su magia conlleva. Por si fuera poco, su Llyr, compañero de vida y de pelea, Kassian, no quiere hablarle. Ha descubierto la verdad sobre ella y si no se apura, sacará todos sus secretos a relucir.
Kassian solo quiere proteger a su Llyr, Dariya. Mas cuando ella se embarca en una absurda búsqueda no le queda más remedio que seguirla. La ama, pero no habrá tiempo para sentimientos cuando ella asuma el cargo de Guardiana del Cielo o muera en el intento.
El reloj corre, ellos saben lo que es ella, y será cuestión de tiempo antes de que vengan a arrebatársela.
Lo único que les queda por preguntarse es: ¿Estarán dispuestos a pagar el precio de la Reliquia del Cielo?
Sobrevivió a la muerte pero el verdadero peligro acaba de comenzar.
Todos en el reino enemigo deseaban verla muerta, su desaparición significaba el fin de una era... o eso creían.
En lugar de morir, fue enviada al distrito de jinetes, un lugar donde el peligro acecha en cada rincón, y donde su verdadera identidad debe permanecer oculta a toda costa.
Pero no está sola.
Entre traiciones, criaturas indomables y un destino que se cierne sobre ella se encuentra Rigel Heisenbergs: el jinete más letal del distrito.
Su misión es protegerla, pero su mayor deseo es verla destruida.
Cada mirada entre ellos es una batalla silenciosa. y cada paso que da la acerca más a una guerra que podría consumirlo todo.
Un beso, una profecía y una traición que cambiará el curso de la historia.