Victoria, era aquella niña de 15 años, la niña de casa, aquella niña que comenzó a crecer, y se enamoró de Fernando, aquel chico de ojos azules y un cuerpo deportista, uno de los chicos más populares de la escuela, aquel chico alcohólico que consumía drogas al azar, jugando con los sentimientos de las chicas, llevándolas por un mal camino.