Ellos no lo planearon, solo pasó.
Esa noche, la noche que lo cambió todo.
No sabian que iban a conocerse, o a enamorarse.
"-Eres... ¡Eres Ross Lynch!
-Ammm si, y ¿tú eres?
-Soy Laura, Laura Marano."
No pudieron pararlo, realmente nunca quisieron que terminara. Las cosas se daban por si solas, siempre a su forma.
"-¿Sería un cliché si te beso bajo la lluvia ahora?
-Un poco.
-Demasiado, pero ¿sabes?, no me importa..."
Ella, su cura. Él, su escape.
En todo momento.
Solo sabían cuanto se necesitaban.
"-Es imposible sentir algo por un desconocido."
Aveces todo resultaba un desastre, y quizá esa era la clave: ser un desastre, juntos.
"-Vale la pena renunciar a algunas cosas por amor."
Porque todo fue un descuido del destino, llamado Coincidencia.
Y aún cuando las cosas iban mal, estaba esa luz al final del tunel; y cuando no se tenian el uno al otro, siempre estarian los recuerdos. La idea de que serian uno el resto de la vida, porque lo serian...
¿O no?
"-¿Ella no vendrá cierto?"
Tenian una esperanza. La esperanza de que la vida les daria otra oportunidad...
"-¡Laura abre la puerta! ¡Perdón! Dejame explicarte..."
...de que sus caminos se cruzarian otra vez...
"-No soy capaz de soportar tanta mierda, Lynch."
...y a pesar de que nada estaba escrito, habia quien repetia: Las Coincidencias Existen.
"-¡Ve por tu Coincidencia, hermano!"
Raura existe.
⚠ADVERTENCIA DE CONTENIDO⚠
En esta historia se tratan temas sensibles como el acoso sexual.
⋅˚₊‧ una VIP de los famosos juegos del calamar pierde una apuesta y la consecuencia es participar en los juegos , por otro lado , varias jugadoras al verla empiezan a dudar cuál es el verdadero premio ⋅˚₊‧