La obligada felicidad del nigromante

La magia es una damisela caprichosa. Si se la quiere usar para levantar un muerto, esta solo obedecerá a una persona feliz. Ese simple hecho lleva a Jeuff, un nigromante de clase media, a preocuparse ante la depresión de su maestro, causada por un corazón roto.

La magia es, también, una tirana cruel. Si se desea controlar las sombras, uno debe buscar ser el mejor en la disciplina. Por lo que Sinar Deuan, un prodigio entre prodigios, busca superarse cada día. Pero su vecino, una bolsa de odio que usa la taumaturgia para iluminar la penumbra, le resulta intolerable. De modo que le propone a Jeuff un trato: Si lo ayuda a descubrir un hechizo que solo existe en teoría y le permitirá ajustar cuentas, también lo utilizará para devolverle la felicidad al maestro. Maestro que, ellos no saben, busca sus propios métodos para volver a ser un nigromante sonriente.

Portada hecha por @Iniss226. Agradecimientos a ella, a sus llamas y a sus alpacas.