Ella era paz, él era guerra
ella era vida, él era muerte
ella era luz, él era oscuridad
ella era felicidad, él era tristeza
ella era día, él era noche
ella era sol, él era lluvia
ella era sanación, él era herida
ella era calor, él era frio
ella era verdad y él era mentira.
Pero aun así todos sabemos que estas dos cosas se complementan y ni una pueda existir sin la otra. Fue el caso de Wesley y Rosie dos personas completamente distintas, pero desde que se conocieron ni uno de los dos pudo vivir sin el otro. Sus vidas son difíciles y ni uno era feliz, no hasta que se conocieron.
Ella era de una buena familia, su madre y padre eran unos respetados empresarios, su hermano de la FBI. El de una no tan buena familia, su padre muerto por negocios sucios y su madre la dueña de una casa de prostitución.
Sus padres querían que ellos siguieran sus pasos y así fue por parte de Wesley se encargó del tráfico de drogas, de la banda y de los negocios, y su madre del tráfico de mujeres.
Ambos se conocieron de una manera muy particular y desde ese momento nada ni nadie puede separarlos, o al menos eso pensaban.
Son componentes el uno del otro, no pueden vivir si falta uno de los dos, se necesitan
Arodmy Darotski, no se enamora él se obsesiona. Su pensamiento siempre fue no perder el tiempo con crías menores que él, seres inexpertos como suele llamarlas.
Pero todo cambia cuando conoce a su dulce y tierna empleada quien poco a poco se ganar á su confianza convirtiéndose en su gerente general.
Loliery es todo lo contario, dulce e inocente.
El destino los unió y Arodmy se obsesionó.