El sacerdote David le contó a Nazareno que fue abandonado en la puerta de la iglesia cuando era solo un bebé. A partir de ahí, el hogar del chico fue la sacristía. Y su familia, el sacerdote. Nazareno comienza a interesarse por la cantidad de muertes que ocurren en el pueblo. Cada una es diferente pero tienen algo en común: todos mueren desangrados. Darien es un chico peculiar, el mejor amigo de Nazareno. Este se esfuerza por hacer entender a su amigo que más allá de lo tangible, existe un mundo totalmente distinto. Podría ser maravilloso y a la vez espeluznante.