Llore 122 días, y 500 noches, y más lento que un suspiro, haces que me desvanezca. Ahora, otra ocupa mi lugar, yo me paseo por los bares, con un cartel en el cuello que escribió Sabina, si me quitas con arte el vestido te invito a champagne, la desesperación de un corazón roto, supongo. Tenía todos tus lunares estudiados, me gustaría, que no te hubieras ido todavía. "Y, después de todo esto, ¿te marcharás?" Y no nos volvimos a verSeluruh Hak Cipta Dilindungi Undang-Undang