Mi mayor pasión eran las mujeres, me encantaban. Era un mujeriego o así me llamaban. Vivía de mujer en mujer sin importarme algún corazón roto o alguna relación que haya terminado por mi culpa. Me gustaba leer, la musica, la fisica, el saber y muchas otras cosas. Mi vida era organizada, me gustaba tener todo bien planeado, no me gustaban los espacios blancos en mi agenda. Tenía todo el juego bien pensado y estructurado, pero llegó ella y pateó el tablero y junto con el mi corazón.