Sus labios carnosos, su pálida y brillante piel a la luz de la luna, su expresión suave, su mirada, su mirada...Es tan profunda como el mar...Tanto que podría perderme en ella, una y otra vez.
Esta historia está ubicada en la Edad Media, en el reino de Ashmark. El Rey, Alessandro Salvatore, padece una enfermedad que le impedirá continuar con su reinado, por lo que es prioritario un heredero. Nathaniel Salvatore, su hijo, mayor de 26 años, ha heredado su enfermedad, por lo que no podría abdicar en él. Sin embargo, tiene sanos tres hijos más, y Avan es el siguiente. Un joven de tez pálida, que contrasta con su cabello negro. Tiene 24 años, es perfecto para reinar; no solo por su juventud, sino por su fría compostura y su corazón impenetrable.
Lyria, una campesina más, trabaja todos los días en las tierras de Ashmark. Por ello, posee una preciosa su tez morena, y su cabello baila con el viento de la libertad, al contrario que Avan, que sus profundos ojos azules vislumbran una soledad terrible. La protagonista tiene una gran intuición y llega al fondo de cualquier asunto si se lo propone, y tiene un gran humor y personalidad que cautivará a cualquiera.
La aldeana tuvo mucha suerte; conoció y desarrolló una fuerte y secreta amistad con el príncipe cuando eran niños, pero un día como cualquier otro, los portones del castillo se cerraron al ojo público; y Lyria no volvió a ver al niño que le había robado el corazon.
Hoy se han vuelto a reencontrar, y Lyria ya no reconoce a Avan en sus ojos, que ella creía inocentes. Esconde un oscuro secreto y ella llegará al fondo del asunto, ya que su familia mantiene cautivo a su querido padre en las mazmorras, desde hace diez años. El príncipe, con sus ojos azules como el mar, la intimida con su penetrante y misteriosa mirada. ¿Quieres descubrir qué es lo que esconde?
Escucho pasos detrás de mí y corro como nunca.
-¡Déjenme! -les grito desesperada mientras me siguen.
-Tienes que quedarte aquí, Iris. ¡Perteneces a este lugar! ¡Tú no eres una humana normal! -grita un guardia sin dejar de perseguirme...
-¡No! Yo pertenezco a mi ciudad, con mis padres... -cuando estoy por llegar a la salida veo a dos chicos.
Practicando con espadas...
-¡Sky! ¡Atrápala! -grita Rick...
Uno de los chicos desvía su mirada y nuestros ojos se conectan
Sus ojos dorados me miran fijamente...
Revolotea despreocupado su cabello rubio, pero luego...
Se da cuenta de lo que sucede y me apunta con su espada
Yo me detengo inmediatamente...