Anik Darling despertó en medio del bosque sin recordar como había llegado ahí. Frente a ella se alzaban al menos diez árboles con compuertas que le recordaban a las entradas de los niños perdidos de Nunca Jamás en su historia favorita, Peter Pan.
Cada compuerta contaba con distintos símbolos y nombres que al acercarse pudo identificar mejor. Primero disminuyó la distancia con el árbol más cercano a ella, en esta se podía leer "Hogwarts, 1976", confundida se acercó al siguiente, es este se leía "Forks, 2005". Conocía perfectamente cada uno de esos lugares, pero no creía que fueran reales, solo por curiosidad se acercó a una tercera puerta, en ella se leía "Gotham City".
Sin saber muy bien que hacer, entró por una de las puertas y cayó. Cayó como Alicia en la madriguera del conejo, cayó como Wendy al ser derribada por los niños perdidos, a pedido de Campanita.
Nuevamente despertó en un bosque, pero este no era igual al anterior, era más... aterrador. Un chico pasó a su lado, era castaño y su cuerpo estaba cubierto de cicatrices, su ropa se encontraba destrozada y su cara muy rasguñada. Anik recordó la inscripción de la puerta por la que había entrado y comprendió lo que estaba pasando, entendió quien era ese chico. Era su personaje favorito, de una de sus historias favoritas, y con tan solo esa suposición se abalanzó a sus brazos, había soñado con él tantas veces que no se resistió.
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