"Te reclamo como mi compañero. Te pertenezco. Te ofrezco mi vida. Te doy mi protección, mi fidelidad, mi corazón, mi alma y mi cuerpo. Tu vida, tu felicidad y tu bienestar serán lo más preciado y estarán por encima de todo siempre. Eres mi compañero, unido a mí para toda la eternidad y siempre bajo mi cuidado".
Esas son las palabras que nos atan de por vida a nuestro/a compañero/a, quien es como la mitad que perdimos al nacer y luego encontramos, a la cual protegeremos eternamente sin importar nada ni mucho menos nadie.
Pero si el tiempo pasa y pasa y no la encontramos, a esa mitad que se perdió, los de mi especie corremos a la terrible fortuna de convertirnos en esos monstruos chupa sangre, a los cuales odiamos con todo nuestro ser y más, los vampiros.
Ahora se deben estar preguntando a que raza pertenezco y tienen todo el derecho de hacerlo, después de todo son humanos, ¿o me equivoco?
Yo, Danays Dubrinsky, y todos los de mi clan pertenecemos a la raza de los Carpantianos, la raza más antigua de todas, los legítimos habitantes de los montes Cárpatos (Un sistema montañoso de Europa oriental). Esta raza de la cual descienden tanto vampiros como licántropos.
Mi historia, la de mi familia y amigos, y la más importante de cómo lo conocí a él, mi compañero, Jacob Black.
Gi-hun quiere un cachorro, actualmente tiene 25, casi 26, años. Un trabajo estable, buenos ahorros, una vida tranquila.
Es feliz con eso, o eso creé, hasta que quiere un cachorro, no entiende porqué cada vez que sale al parque mira con anhelo a las madres que pasan por allí con sus cachorros.
Puede que tenga a lo que llaman "fiebre de cachorros", pero sinceramente no le importa, el ahora solo quiere un cachorro, y no le importa con quién.
No necesita de un estúpido alfa, nunca lo ah necesitado, tampoco lo quiere, solo quiere un cachorro.
Y lo más fácil para tenerlo es ir a un bar y acostarse con un alfa, no le importa el alfa, solo tenía que ser uno y ya.
¿Que podría salir mal?
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Créditos a Zaorycast
Me encantan sus ideas e historias