- se te antoja algo de comer? - pregunto Manuel.
- claro, pero solo tengo dinero para el metro, no te preocupes, te acompaño. - respondí.
- tranquilo Matteo podemos ir en el autobús de la escuela, dicen que no es tan malo - respondió sonriendo de lado sarcásticamente.
-de acuerdo, pero será sólo por hoy, tengo que llegar temprano a casa. - respondí mientras caminábamos hacia el cafetin.
Después de comprarnos dos donas subimos al autobús escolar, por suerte no estaría mucho ahí ya que vivía cerca a la escuela.
No hacía mucho que estaba estudiando aquí pero intentaba ganarme el cariño de todos, todo iba bien en mi vida, yo iría a entrenar fútbol, cuidaría de mi pequeña hermana y estaría con mi madre,pero lo mas importante nunca dejaría de lado a la fe que tanto me acompaña.
Bajé del autobús y trate de ponerme en la posición más correcta para poder cruzar y llegar a mi casa.
Hasta que de pronto venia un carro, a toda velocidad,me quede helado, como desearía haber hecho algo.
Ese mismo carro fue la causa de mi muerte, arrastrándome más de 50 metros, y muriendo de camino al hospital, viendo como lo único que quedaba de mi eran sólo recuerdos...
Recuerdos que dolerían..