Viajar ya no era placentero. Las luces en las rutas, mirar las ciudades desde el cielo o cada nuevo idioma se volvían algo molesto y rutinario, pero quedarse en un lugar fijo era imposible, le empezaba a faltar el aire y antes de poder darse cuenta ya estaba en un lugar diferente. Volver a casa iba a ser un sufrimiento, volver a ver a Mark no era algo que tenia planeado.