Las almas gemelas también se marchan y dejan una huella en el corazón para toda la vida. Las palabras se convierten en las cenizas de lo que alguna vez fueron y los recuerdos en el fuego de esperanza de que el pasado regrese. Marie ha perdido a su alma gemela. Henry también. Ahora ella escribe para los corazones rotos, un pensamiento, un recuerdo, lo suficiente como para darse cuenta que existe una pequeña llama de esperanza de que él vuelva.