Yo solo quería llegar temprano a mi primera clase de portugués, pero ubicarme en el mundo no se me da nada bien.
Yo no lo pedí pero ahí estaba, es más era lindo... claro solo a primera vista y por unos minutos.
3 horas después, lo único que pedía era:
Alessandro ya déjame en paz.
Pero no lo iba a hacer, y para colmo tenía a Dani; mi mejor amiga, y a Anette; mi irritante conciencia, tratando de juntarnos.
Fragmento:
Ok 2 cuadras de frente. Camino las 2 cuadras, ahora 3 cuadras a la derecha... No No No - grito ... se me apagó el celular.
Que no cunda el pánico, lo subo un poco hacia el sol, tal vez recargue un poco, no que estúpida.
Noooo - vuelvo a gritar.
- ¿Se te escapó Pikachu?- escucho, pero no hago caso.
Ok camino de frente, listo ahora solo me faltan 2 cuadras, pero para que lado, odio girar, no se me da nada bien...
-¿A qué pokemón estás siguiendo?- escuchó en un tono entre diversión y curiosidad, y me doy cuenta que es la misma voz de hace unos 2 minutos.
Sin voltear a ver digo - ¿Me estás siguiendo?
- Tranquila- dice - no te voy a quitar a tu pokemón.
Gruño y mientras volteo digo -
No estoy buscando pokemons, estaba usando Google maps ... -lo veo, y es increíblemente guapo, me sonríe... Dios espero no se haya dado cuenta y que por favor por favor no se me haya caído la baba.
Miro rápidamente a otro lado y termino - ... y se me apagó el celular.
Liam era el chico popular con fama de malote que desde lejos parece no tener sentimientos, Natalie una chica de libros que va de aquí para allá con una sonrisa siempre pero cuando tiene que ser dura, lo es.
Natalie era todo lo contrario que Liam quería en una chica, pero ella ahora es la única que logra ver algo en el que los demás no pueden, pero hay algo que ella aún no sabe. La falta de comunicación y el no sabes expresar los sentimientos fue lo que les faltó a ellos.
Eran la persona adecuada y por no saber expresar lo que sienten, nunca lo supieron.