Amber, tiene 18 años, y su vida no va muy bien. Tuvo que sufrir la pérdida de su madre a muy temprana edad, la persona a quién mas amó y seguirá amando. Desde ese entonces, vive con su padre, quién la quiere mucho, pero por estar trabajando todo el día, para poder sustentar a su esposa, Brenda, a la hermanastra de Amber, hija de Brenda, Alexa, el asqueroso hermano de Brenda, Gonzalo, y por supuesto a ella, la niña de sus ojos, no se da cuenta del infierno que está viviendo su hija...
Por otro lado, se encuentra Ian, un chico 4 años mayor que Amber, que también tiene que lidiar día a día con la oscuridad de su alma, pues no es feliz. Vive solo, pero su padre no lo deja en paz, insistiendo en que tiene que tomar su cargo en la empresa dentro de poco, pero el se rehúsa a eso. Además, tampoco tiene a su madre, su compañera desde siempre, quién lo apoyaba en todo, y que lastimosamente perdió la vida, hace dos años, dejando a Ian sólo y con el corazón hecho pedazos. Él ha tratado de buscar en muchas partes felicidad, pero no encuentra algo ni alguien que pueda dársela.
Lo que estos dos seres, que ni siquiera se están buscando no saben, es que al momento de toparse, y de mirarse, se van a conectar de tal forma, que poco a poco, van a irse completando, y de una forma un tanto extraña, pero única, van a ser la luz que el otro necesitaba...
Sam no quiere enamorarse, lleva años esquivando las señales de cupido.
Cuando el mejor amigo de su hermano vuelve a la ciudad se vuelve difícil seguir con su vida como antes.
No hay personas más diferentes que ellos.
Y nadie tiene amigos tan metiches como ellos. Amigos que creen que no hay pareja más perfecta que ellos juntos.
Aquí la fórmula para un amor ideal: un cupido-mascota, unos fieles amigos con buenas intenciones y una pasado tormentoso (porque es necesario el drama).
El amor llega cuando menos lo esperas.
Y Thomas y Sam no están listos para esto (¿o si?).
Una comedia romántica que alegrara tus tardes.
COMPLETA.