En el lejano reino de Italia, la princesa Diana se niega terminantemente a correr la misma suerte que su hermana y decide que bajo ningún concepto se casará con ningún noble aburrido y bonachón por orden de su padre, el rey. Con espíritu rebelde e indomable, Diana empieza a coleccionar una serie de conquistas, desde ricos mercaderes hasta humildes trabajadores de clase baja, que no satisfarán nada a la corte y expandirán rumores por todo el reino, comidilla de todo aquel que tenga un buen par de orejas y que sea de curiosidad hambrienta. Sin embargo, hay algo con lo que Diana no contaba en absoluto: encontrar el amor de verdad.