algranoconirenefreer
"No todas las violencias se ven, pero todas dejan huellas."
Isabel fue la primera en romper el silencio, pero no fue la única en haber sufrido. Por mucho tiempo, soportó el desprecio, la humillación y la intimidación de su hermano, mientras su familia elegía mirar hacia otro lado. Pero no solo fue la indiferencia: también vino la revictimización. Le exigieron pruebas, minimizaron su dolor y le hicieron sentir que debía justificar lo que vivía. Como si solo se pudiera creer en el abuso cuando deja marcas visibles.
Lo que comenzó como un testimonio individual pronto reveló algo más grande: otras mujeres también habían sido víctimas del mismo agresor. Nuevas voces y evidencias fueron apareciendo, sacando a la luz un patrón tan común como ignorado. El silencio ya no era opción.
Este libro no solo cuenta la historia de Isabel, sino también la de muchas que han vivido bajo la sombra de una violencia emocional sutil pero devastadora, sostenida por el machismo, el favoritismo familiar y una complicidad disfrazada de incredulidad. A través de relatos, pruebas y memoria viva, se expone una verdad incómoda: el abuso psicológico no siempre deja marcas, pero siempre deja cicatrices.
Más que una denuncia, esta es una memoria colectiva escrita con dignidad, para que quienes aún dudan de su dolor sepan que no están solas, y que su verdad merece ser contada.