ElianaMars12
El VIH era para Nahuel como una sombra que nunca desaparecía. No siempre se sentía enfermo, pero sí marcado, como si esa palabra definiera todo lo que era. Le daba miedo abrir su corazón, miedo a ser rechazado, miedo a que nadie pudiera mirarlo sin temor.
Hasta que llegó ella. Eliana.
Ella no vio la enfermedad, vio al hombre detrás. No lo trató como un peligro, sino como alguien digno de amor. Le tomó la mano sin temblar, lo escuchó sin apartar la mirada y le demostró que no estaba roto. Que un diagnóstico no borra la capacidad de amar ni de ser amado.