Ayer intenté venir a hablarte, pero esto se freseó.
Pero eso no importa, porque la nostalgia y la felicidad me invadieron tanto ahora. Sí, quizá tengas razón, espero podamos arreglar ello y que me cuentes cómo te ha ido y entre otras cosas. Me hace feliz que estés por aquí, pequeño.