Vanessa
La escuela estaba llenísima. Habían chicos los cuales reconocía y otros que no estudiaban aquí. El espacio personal parecía no existir. Se escuchaban gritos y risas por encima de la música. El olor a alcohol y cigarrillo junto con las luces parpadeantes me comenzaban a marear. Encontrar a Jada sería más difícil de lo que pensaba. Estaba enojada con ella. Por mentirnos. Por drogarse. Por meternos en esto.
"¡Hola, muñeca!" alguien me tomo del brazo y me empujó hacía la pared.
Me quejé de dolor y mire al causante: Michael. Sus ojos estaban rojos, su cabello rubio estaba despeinado, y tenía puesta una sonrisa burlona.
"¿Qué te pasa idiota?" lo empuje fuerte en el pecho pero él no se movió. Comenzó a reírse y se acercó más a mi. Dejándome entre su cuero y la pared.
"¿Porqué tan ruda conmigo muñeca?" su asqueroso aliento acarició mis mejillas. Michael colocó sus manos en la pared atrapándome.
"Vanessa idiota, me llamo Vanessa. Y ya aléjate de mi." lo volví a empujar pero no logré moverlo.
Mire a mi alrededor y nadie parecía darnos importancia. El miedo y asco se empezaba apoderar de mi. Michael se inclinó hacía mi y cerré los ojos con fuerza.
"Te iba a invitar sabes, pero tú noviesito se puso todo territorial." su aliento en mi cuello hizo que me encogiera.
Mi pulso comenzaba a acelerarse. Abrí mi boca para insultarlo y reclamarle que se alejará pero no salió nada. El miedo era mayor.
"Ni siquiera se que le ves a ese ñoño, muñeca. Yo soy mucho mejor que él..." sus manos bajaron hacía mis caderas y sus labios rozaron mi cuello.
"¡Aleja tú asqueroso cuerpo de mi!" grite mientras lo volvía a empujar mucho más fuerte que la última vez.
Logre alejarlo de mi y comencé a caminar lejos de él. Quería correr pero no podía permitir que él supiera que su cercanía me había aterrorizado. De repente, vi a Aiden. Se veía nervioso. Levante mi mano para llamar su atención. Cuando me vio su rostro mostró alivio y luego corrió hacía mi con enojo. De la nada alguien me tomó del cabello y me lanzó al suelo.
"¡Te enseñaré a respetarme estupida!" Michael gritó mientras se arrodillaba junto a mi.
Me tomo del cuello y me obligó a sentarme. El aire me comenzaba a faltar y trate de hacer que me soltara pero fue inútil.
"¿Que pasa muñeca? ¿Porque ya no insultas?" preguntó apretándome más el cuello.
Abrí los ojos y comencé a golpearlo para hacer que me soltara. Iba a morir. Iba a morir en una estupida fiesta en manos de un idiota drogado y borracho. Mamá se quedaría sola. Aiden iba a sufrir. ¡Aiden! Trate de buscarlo pero Michael no me dejaba moverme. Sentía como mis latidos se hacían más lentos con cada segundo. Cerré mis ojos, tratando de aceptar lo que estaba pasando. Tal vez mamá estaría mejor sin mi. Tal vez saldría con amigas y tendría un novio. Tal vez Aiden conocería una buena muchacha. Tal vez Jada se volvería más responsable. Tal vez, solo tal vez mi muerte se convertiría en algo positivo. Justo cuándo comenzaba a irme, las manos de Michael me soltaron con brusquedad. Jadeé con fuerza. Inhale y exhale aire por unos segundos con mis ojos cerrados hasta que los abrí con terror. Aiden estaba encima de Michael. No lo reconocía. Estaba muy enojado, nunca lo había visto así. Estaba apretando su mandíbula con mucha fuerza. Sus puños golpeaban una y otra vez la cara sangrienta de Michael.
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Sin Darnos Cuenta
Teen Fiction"Soy Vanessa Hughes y tengo 17 años. Me enamore y aleje a todos mis seres queridos, incluso a mi misma. Nunca pensé que el "amor de mi vida" me traicionaría, pero cuándo lo hizo todo mi mundo se derrumbó. Me ví obligada a abrir los ojos y salir de m...