Después de que su venganza contra Bruce y los Titanes fracasase estrepitosamente, Jason se encuentra en Los Ángeles intentando encontrar algo que volviese a darle sentido a su vida. Sin embargo nunca habría esperado que ese algo adoptaría la forma d...
Probablemente no debería empezar una historia nueva teniendo en cuenta que tengo dos historias empezadas (más una que ya está totalmente abandonada) pero tengo la certeza de que no podré volver a escribir hasta el próximo año (es solo una semana, pero dicho de este modo queda más dramático xd) Así que quería ir dejando esto por aquí para acordarme de que lo tengo en marcha.
Un par de puntos a destacar.
1. Como ya habréis visto en la portada, en esta historia Zatanna estará "interpretada" por la actriz Ava Allan. En realidad se me ocurrió escribir esto después de ver un usuario de Twitter señalar el parecido entre ambas.
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2. Cronológicamente hablando la historia estará ambientada después de la 3a temporada de Titans. Puesto que no ha habido absolutamente ninguna filtración ni detalles de la trama, me inventaré lo que creo que va a pasar.
Los Ángeles, California
Jason se sentó en su apartamento, a oscuras, bebiendo una botella de Whiskey.
Bueno en realidad no era su apartamento, era un piso franco de la Liga de las Sombras, que Talia le había dejado prestado para que tuviese algún lugar en el que dormir mientras se quedase en Los Ángeles.
Así que, corrigiendo, estaba sentado a oscuras, bebiendo Whiskey, en un apartamento que le había prestado una de las mujeres más letales del planeta.
Bastante deprimente si te paras a pensártelo.
Resultaba incluso más deprimente considerando que eso era lo único que había estado haciendo en las ultimas dos semanas, desde que llegó; Emborracharse... O intentándolo, al menos.
Se había quedado en Los Ángeles, primero porque era donde tenía que atracar el buque mercante que le había recogido en alta mar y segundo, porque si Bruce y Dick sospechaban que seguía vivo, seguramente asumirían que se había escondido en algún rincón apartado del mundo, no en una de las ciudades más famosas del país.
Suponiendo que no le hubiesen dado por muerto. Otra vez.
Casi prefería eso, la verdad. Mejor que le creyesen muerto. Para siempre esta vez. No tenía intención de regresar nunca a Gotham o a San Francisco.
No después de todo lo que había hecho.
Sus ojos de desviaron al armario donde tenía guardado el traje de Red Hood.
Probablemente debería repararlo, ya que había resultado bastante dañado a causa de la ultima batalla que había librado. Por no hablar de la caída.
Sinceramente aún no estaba seguro de como demonios había sobrevivido a esa caída. Incluso habiendo caído en medio del Océano Atlántico, desde esa altura y a esa velocidad debería haberse roto todos los huesos del cuerpo al impactar contra el agua. La única explicación que se le ocurría era que el Pozo del Lázaro le hubiese vuelto mucho más resistente de lo que había sospechado en un principio.
En fin, volviendo al traje, sí, seguramente debería intentar arreglarlo... O destruirlo. Ambas eran buenas opciones.
Vaya, la botella de Whiskey estaba vacía ¿Por que se le acababa tan rápido el alcohol?
No puedo seguir así para siempre Pensó, mientras tiraba la botella vacía a la basura Necesito hacer algo. Tal vez un poco de patrulla como en los viejos tiempos. Los Ángeles debe ser la segunda ciudad más interesante del país, después de Gotham, seguro que en este mismo instante se están cometiendo docenas de crímenes
Solo que para él ahora salir a patrullar implicaba llevar dos pistolas y matar a todo el que se encontrase, al menos así había sido en Gotham tras su regreso, y no estaba seguro de querer llamar la atención de ese modo.
Además, físicamente estaba lejos de su mejor momento. Tal vez había sobrevivido a la caída, pero no sin sufrir ningún daño y teniendo en cuenta que no podía permitirse acudir a ningún hospital y depender únicamente de sus propios conocimientos médicos, el proceso de curación estaba siendo considerablemente lento.
Después de otro rato considerando las alternativas, optó por una solución intermedia y encendió el ordenador que la Liga había dejado, el cual estaba programado para escuchar las frecuencias de la policía y hackear sus bases de datos.
A fin de cuentas, tampoco había nada malo en enterarse de si estaba pasando algo interesante en la ciudad..
