cap 1

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En los pasillos de un hermoso santuario iba corriendo una mujer de gran belleza de tez blanca como la nieve cabello negro como cuervo y ojos de un hermoso azul zafiro.


Agitada y tratando de recuperar el aliento se detiene frente a unas puertas de madera de roble las cuales abrió y entro rápidamente , serró las puertas con seguro para que nadie entrara y se acerco al cunero que estaba en aquella habitación



—todo estará bien mi niña—le hablo la mujer a la bebe recién nacida cuyo cabello era de un negro azabache y de tez pálida la cual dormía plácidamente en aquel cunero


Aquella mujer se quito la parte superior de su kimono blanco y rojo para acomodar a la bebé en ella y envolverla bien con aquellas prendas y luego tomarla en brazos



La pelinegra sintió algunas almas corruptas se acercaban a donde estaba ella con su bebé, acercándose a una pared donde había una antorcha que iluminaba aquel lugar la movió a un costado haciendo que la pared frente a ella se abriera  rebelando un pasillo oculto y totalmente obscuro



Tomando la antorcha miro sobre su hombro y miro aquel lugar por ultima vez y adentrarse en aquel pasillo oculto, luego de entrar a ese lugar la pared volvió a su lugar cerrando la entrada



La mujer que caminaba por aquel sendero decidió algo que esperaba no arrepentirse, deteniendo su paso miro frente a ella


—ábrete ante mi  — fuero las palabras de aquella mujer mientras su cuerpo brillaba de un color dorado y sus ojos cambiaban a un color oro puro
enormes puertas color blancas y doradas se aparecieron ante ella y se abrieron rebelando un sendero de estrellas



La bebé al sentir como el aura de su madre incremento tan repentinamente comenzó a llorar


La mujer de cabello negro se adentro en aquel lugar mientras intentaba calmar a su hija 

Ya dentro de aquel lugar vio a sus espalda como los secuaces de su enemigo de detenían a varios metros de la puertas la cueles se cerraron rápidamente


La mujer vio a su hija y avanzo hacia adelante


Luego de unos minutos llego a su destino, el mundo mortal seria difícil que el encontrara a su hija allí.


Era de madrugada y estaba Lloviznando  en la gran ciudad de Tokio


La pelinegra comenzó a avanzar sin ningún rombo fijo protegiendo a su bebé de la llovizna que caía 
Vagando por las calles vacías de Tokio con alguna que otra persona en las calles viéndola raro por su vestimenta ya que llevaba la parte inferior blanca de su kimono y estaba descalza
Viendo las casas y personas en aquel lugar la pelinegra examinaba las auras de los humanos allí


La ojiazul vio una casa en especifico que era de un color neutro, decidida se acerco a la puerta de aquella casa


—mi querida kagome—dijo dulcemente la mujer acariciando el rostro de su hija —te amo con toda mi alma —dijo por ultimo besando su frente y con su poder creo un collar con el nombre de kagome—¿kero estas hay?—pregunto la mujer


—claro mi señora—dijo repentinamente una voz y apareció un joven de tez blanca ojos color oro y cabello negro


—kero tengo que pedirte un favor—fuero las palabras de la pelinegra
—lo que usted desee— dijo el ojidorado



—cuida a mi hija desde las sombras y cuando tengo edad suficiente entrénala—fueron las palabras de la mujer
—¡que!— exclamo aquella el joven


—un destino cruel le espera, que confió en ti para prepararla como se debe —le dijo la mujer al joven que estaba detrás de ella


—como usted desee — fueron las palabras de este y se refugio en las sombras de la bebé


La pelinegra vio la puerta de aquella casa y comenzó a golpearla con fuerza haciendo que kagome empezara a llorar con fuerza por el ruido pero aun así ella no paro asta que la persona de aquella casa despertara cosa que logro en segundos, sintiendo que se acercaba dejo a kagome en el suelo dio media vuelta y con lagrimas en los ojos se marcho nuevamente al mundo en el que pertenecia mientras kagome lloraba con fuerza envuelta en la parte superior del kimono de su madre


MIENTRAS TANTO


Aizawa shota quien había regresado de su trabajo hace no mas de una hora así que se fue directo a su cama


No había mucho en su habitación solo un armario y su cama


Solo fue una hora de sueño el cual fue interrumpido por fuertes golpes en la planta baja de su casa
Desconcertado se levanto de su cama y tomo sus gafas que usaba en las peleas junto con su bufanda 
Cuando estaba saliendo de su habitación lo escucho, escucho un fuerte llanto de un bebé desde la planta baja


Algo sorprendido bajo rápidamente a la planta bajar y abrir la puerta
Hay la vio


Vio a la hermosa bebé frente a el en el suelo

Su cabello era negro azabache y tez blanca sus ojos estaban cerrados debido al llanto, rápidamente tomo a la bebé en sus brazos


Vio alrededor del lugar para corroborar que no sea ningún villano el que haya dejado a la bebé en aquel lugar


—¿que demonios esta pasando aquí?—se pregunto así mismo sintiendo la humedad le la “manta” de en la que estaba envuelta kagome, se adentro a su casa para reemplazarla y que no le de hipotermia.


Shota subió a su habitación y rápidamente quito la cobija de su cama y procedió a quitar la “manta” que envolvía a kagome, al hacerlo se percato rápidamente del hecho de que no era una manta sino la parte superior de un fino kimono blanco y rojo, sin darle mas importancia iba a abrigar a la bebe en su cama cuando noto el collar en su cuello este tenia escrita la palabra kagome


Lo Tomo entre sus dedos examinando dicho objeto en el cuello de la bebé quien luego de que el la tomara en brazos  se había calmado y lo miraba con curiosidad


Dejando el collar en su lugar y procedió a  envolver a kagome en la cobija seca, la llevaría al hospital no sabia en que estado se encontraba la niña
Descubrió que era una niña luego de cambiar la “manta” húmeda por la cobija de seca de su cama también que sus ojos eran de un hermoso azul zafiro único


Bajo con la bebe en sus brazos y tomo el teléfono de la cocina y llamo a un taxi


Media hora después de la llamada llego el vehículo , en ese tiempo la bebé se había quedado dormida


—¿donde lo llevo?—pregunto el taxista


—al hospital mas cercano—dijo el pelinegro


—¿es su bebé?—pregunto el otro hombre pero shota no respondió y solamente lo ignoro


Luego de unos minutos llegaron a su destino


Shoto se adentro en el hospital luego de pagarle al taxista


—enfermera—llamo el pelinegro a la primer enfermera que vio


—¿sucede algo joven?—pregunto la enfermera  de cabello rojo y ojos marrones de tez blanca


—encontré a esta bebé abandonada en la puerta de mi casa—fue directamente  al grano no iba a darle vueltas al asunto ya que no sabia la situación de la infante


—o por dios — dijo esta sorprendida —apéreme un momento llamare al docto enseguida espere aquí— dijo esta yendo a buscar al pediatra rápidamente para que atienda al bebé


Shota solo asistió y acomodo mejor a la bebé en sus Brazos la cual seguía dormida pacíficamente

heroe divino Donde viven las historias. Descúbrelo ahora