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Fueron a comer a la cafetería de al lado la cual también servía menús, eligieron y comieron, tenían tanto que contarse que cuando se dieron cuenta eran las 20:00 de la tarde.

Taehyung pretendía ir a comprar a la tienda de material artístico para luego visitar su lugar de creación, y aún que Wooyoung le dijo que por favor no lo hiciera, porque tenía miedo de que Tae estuviera solo en ese bajo, con la banda juvenil tan cerca, al final Tae logró convencerle con uno de sus infalibles pucheros, prometiendo que estaría en casa antes de las 22:00.

Se despidieron en las puertas de la cafetería y Taehyung se adentró en la tienda de pintura, compró 4 lienzos bastante grandes y 2 bolsas llenas de pinturas, también habló con el dueño, tanto que ya eran las 21:30, un señor mayor, muy agradable, que ya tenía la corazonada de que el joven peliazul volvería por ahí.

Tae salió de la tienda muy cargado dispuesto a irse a su casa ya que era muy tarde y no había nadie en la calle, así que mañana por la mañana iría al bajo, de repente su bolsa se cayó al suelo junto con un lienzo, se agachó agobiado y puso los otros lienzos en el suelo mientras recogía las pinturas que se cayeron de la bolsa, en el proceso una mano desconocida le entregó dos botes de pintura, Tae, algo asustado levantó la vista para agradecer al propietario pero se quedó ligeramente sorprendido y no sabe como, confiado, al ver al atractivo chico de cabellos oscuros sonriéndole frente a él, su sonrisa sincera le pareció a Taehyung la más bonita que había visto, el chico iba vestido de negro, absolutamente todo, su bomber, sus pantalones cargo, sus botas...

— Hola bonito, necesitas ayuda?

En el momento que Taehyung levantó la cabeza sonrojado, Jungkook no pudo dejar de mirarlo fijamente, sonriendo ante el lindo sonrojo del peliazul, observando sus perfectas facciones, su carita inocente y sus preciosos ojos cristalizados.

Jungkook pensaba que igual le tenía miedo, como todo el pueblo, aún que rezaba para que no fuese así.

Pensamientos inundaban la cabeza del peli azabache, es la primera vez que su estómago cosquillea al mirar a alguien.

— Oh, no, lo siento, es decir, trataré de llevarlo yo, gracias — Tae estaba nervioso, él también sintió esas mariposas al chocar miradas con los profundos ojos del chico de negro

— Estas seguro? De verdad no me molesta, no tengo nada que hacer — Jungkook se adelantó y cogió los lienzos sin problema alguno y una de las bolsas, dejando a Taehyung cargando solo una

— Gracias...Pero mi casa está un poco lejos y es tarde, no quiero que te pase nada a la vuelta...

Jungkook volvió a sentir el revuelto de sensaciones en su estómago cuando vió al peliazul volver a sonrojarse mientras se preocupaba por el, ambos empezaron a caminar juntos recibiendo algunas miradas de asombro y pánico de los camareros que recogían mesas, cuchicheando entre sí, cosa que no pasó desapercibida por Jungkook, que cruzó miradas con ellos para hacerlos callar y entrar en el bar casi al segundo

— Tranquilo, a mi no me va a pasar nada, pero a ti... Que haces a estas horas por aquí solo?

— Bueno vine a comprar y se me fue el tiempo hablando con el señor Min — Tae rió y Jeon no pudo evitar sonreír

— No había nadie que te pudiese venir a buscar? Que pasa si te hubieses encontrado por el camino con...

— Los Phoenix? No les reconocería, además no me dan miedo

Jungkook pretendía decir un asesino o un violador, pero cayó en cuenta de que ese chico no sabía quienes eran él y su grupo... Jungkook prefirió no decirle nada de momento

— Exacto, no les tienes miedo?

— Posiblemente pienses que soy un demente, pero solo creo que tienen una forma de manifestarse diferente a la nuestra, tampoco sé su situación, ni porque lo hacen, por eso no puedo juzgarles... Me imagino que detrás de sus facetas de "vándalos" tienen motivos para hacerlo — Tae le sonrió sinceramente restándole importancia a la pregunta

Y Jungkook se perdió en las palabras del peliazul

— No creo que seas un demente, yo también pienso lo mismo... Serías capaz de llevarte bien con ellos entonces? — Preguntó el más alto rezando porque dijese que si

— Pues no sé, si les llego a conocer y me caen bien, por supuesto que si, es más me producen mucha curiosidad

Pasaron un par de minutos hablando de cosas aleatorias, comida, hobbies, grupos de música... Hasta que Taehyung estornudó

— Hey, tienes frío? — Tae asintió — Porque no me lo dijiste? Ponte mi chaqueta — Dejó un momento las cosas en suelo y se quitó la chaqueta para extendérsela a Tae

— Oh, ya has hecho mucho por mi, no puedo dejar que vayas en manga corta yo ya estoy al lado de...

Pero no pudo terminar cuando Jungkook le estaba poniendo la chaqueta, al acabar de ponérsela admiró al peliazul con su bomber, le quedaba grande, le cubría las manos, Jungkook solo pudo sonreír enternecido

— M-muchas gracias — Taehyung bajó la mirada agradeciéndoselo.

— No es nada, lindo

Taehyung estaba sonrojado, estaba feliz, sentía que había congeniado con aquel chico, deseaba que el paseo hasta su casa no acabara nunca, con disimulo miró el brazo del chico fijándose en uno de sus tatuajes, Jungkook notó la mirada en su tatuaje y sonrió internamente

— Te gustan los tatuajes? — Tae asintió — Tengo muchísimos la verdad, pero ese no es el que más me gusta, el mejor esta en mi espalda

Taehyung miró los brazos tonificados del mayor junto con sus manos, en efecto con bastantes tatuajes

— Puedo verlo?...es decir, si no te incomoda claro entendería que...

Tan pronto como lo dijo Jungkook paró cerca de un banco, dejó los lienzos y pinturas apoyados en este, y se quitó la camiseta.

Taehyung notó su cara arder, asombrado por todos los tatuajes y por su musculado torso, sentía que tenía delante a un dios griego

Tae pasó su mano por el brazo de Jungkook delineando todos y cada uno de los tatuajes, miró su abdomen definido junto con sus pectorales, tocando con algo de vergüenza que no tardó en esfumarse cuando vió la sonrisa y ojitos de Jungkook, tocó los pocos tatuajes de su abdomen y rodeó al mayor para pasarse en su espalda; sin dudarlo ni un segundo Taehyung muy lenta y delicadamente delineó el tatuaje, uno del cuadro de "La persistencia de la memoria" de Dalí, su artista y cuadro favorito, abrió la boca de par en par acariciando su espalda, porque ya no se centraba en el tatuaje,

Taehyung acarició toda la espalda del mayor provocando al recién nombrado relajarse ante el tacto, erizarse su piel al sentir las frías y suaves manos en su espalda cerró los ojos disfrutando de los toques del peliazul

Tras unos minutos más Taehyung con un brillo en los ojos y un sonrojo en sus mejillas se puso en frente de Jungkook, este se volvió a poner su camiseta y cogió los lienzos y bolsas

— Veo que te gustó, pero a mi me gustaron más tu caricias — El pelinegro le guiñó un ojo

Taehyung sonrió nervioso y triste puesto que acababan de llegar a su edificio, no quería despedirse del chico que acababa de conocer

— Este es mi edificio... Gracias por todo

— De nada...

— Taehyung, me llamo Kim Taehyung

— Encantado, Tae, yo soy Jeon Jungkook, aquí tienes — Tae estiró sus brazos y Jungkook colocó los lienzos de la forma más cómoda posible — Espero volver a verte

Y se fue, ambos separados con un revuelo de sentimientos dentro

Taehyung entró a casa, dejó sus cosas en su cuarto y habló unos minutos con su compañero, contándole que al final no fue a su bajo, que ya iría mañana, lo que no le contó fue sobre el misterioso chico del cual no sabía su nombre, pero ya se lo contaría mañana, Tae se dispuso a irse a su habitación.

Diferente • kooktae Donde viven las historias. Descúbrelo ahora