chapter one

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No tenía idea de qué hacer.

Su equipo de staff le habían enlistado a la alargada lista de artistas que harían un concierto en K-Live, pero lastimosamente en uno de aquellos interminables conciertos el fuego utilizado como espectáculo ante alguna canción pegajosa quemó rápidamente las cortinas de varios metros ante el descuido de haber ubicado la lluvia cerca de una de estas.

La cancelación de aquel concierto y los demás en la lista fueron noticia evidente debido a la pérdida de materiales necesarios para la protección y privacidad del artista. Su concierto en solitario se planeó a sólo tres semanas del día en el que estaba y aún no conseguían una cede para realizarlo, él temía decepcionar a sus fans y quería hacer lo posible hasta el último instante para dar alternativas al staff que también rebuscaba entre los escasos sitios en el país.

Su mano izquierda peinaba su castaño y lacio flequillo hacia atrás en busca de nuevas ideas pero nada sucedía, los cortos cabellos volvían a tapar su frente y la frustración se acumulaba en su interior.

No fue hasta segundos después que escuchó el tono de llamaba de Huawei en su teléfono. Su dedo pulgar deslizó rápidamente el botón verde para contestar cuando leyó el nombre de su amigo, y superior, Donghyuck en el contacto.

No es mío Allen, en el empaque dice Sungchan. —El mayor parecía no darse cuenta de que había respondido.— ¡No lo abras tonto!, ¡aléjalo Byeol, aléjalo!.

— ¿Hay un paquete para mí en la empresa?. —El tono confundido salió. Quizá sus padres le enviaron algo desde Gimcheon por navidad.

Ah, hola... ¡Sungchan!, —Enfatizó, de seguro para asustar al taiwanés.— feliz noche vieja. —Saludó el mayor que por mucho era el sujeto dentro del staff que le otorgaron en quien más confiaba.— Hay una caja gigante aquí envuelta horriblemente que es para ti. Por arriba dice que el contenido es frágil por lo que no quisimos revisarla pero ya te digo yo que el sujeto que lo bajó usó el cien por ciento de su fuerza, te juro que alguien ni cagando frunce tanto las cejas. —Sus ojos rodaron y una sonrisa se ladeó en sus labios; Donghyuck era extraño.

¿Vendrás o no?, no puedo controlar por mucho a Allen que muere por abrirlo y tampoco pienso en conducir hasta tu apartamento cuando tú puedes venir a por él. —El tono firme y decidido resuena en su mente con gracia. Asiente sin querer alargar la llamada y antes de retirarse de su apartamento desliza una sudadera naranja sobre sus hombros que le brindaría un poco de confort ante las temperaturas frías fuera de su hogar.

Mientras sus manos giraban el volante para adentrarse al estacionamiento de la pequeña pero agradable empresa, una ligera y vaga voz tarareaba la letra de una de sus composiciones que aún no estaban listas para lanzar dentro del mini-álbum que sacarían a la venta en marzo.

Él conocía de más la gran exageración que Donghyuck le daba a algunas cosas para hacerlas más increíbles, pero cuando sus ojos vieron frente a sí el gran paquete su boca terminó abriéndose un poco por la sorpresa. Simplemente había entrado al lobby de la empresa y su curiosa mirada conectó con el paquete azul, verde neón, negro y amarillo, la horrible combinación de colores le hizo arder los ojos pero sus pies caminaron hasta tocar la superficie del cubo ajenos a sus pensamientos.

— Necesitaras ayuda para llevarlo. —Donghyuck palmeó su hombro y él soltó un respingo por el susto que le dio el de centímetros más bajito.

Y Sungchan también conocía lo testarudo que él mismo podía llegar a ser, por ende negó con la cabeza e intentó alzar el paquete con sus antebrazos ejerciendo una fuerza superior a la que le pondría a una paquete común. Terminó rindiéndose cuando Donghyuck le sonrió vacilón, susurrándole que necesitaba ayuda.

Who U are   |   sungtaro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora